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¿CUANDO ACUDIR?

 

No existe una norma fija sobre cuando acudir al psicólogo ya que, un mismo problema, afecta de manera diferente a cada uno de nosotros.

 

En general,  somos capaces de distinguir cuando necesitamos la ayuda de un profesional en las distintas áreas de nuestra vida: médico, abogado, profesores.

 

Dejarnos asesorar por cualquiera de ellos no nos plantea un conflicto, sin embargo, el acudir a un especialista de la psicología parece que nos coloca en una aposición poco menos que “vergonzosa”. ¿Qué pensaran los demás, amigos o familia si saben que acudo a un/a psicóloga? ¿Qué pasaran mis empleados o mi jefe si descubren que necesito un apoyo psicológico? Son preguntas que aparecen con frecuencia.

 

Los límites y función del psicólogo/a, aunque están bien definidos, tampoco se nos presentan de una manera excesivamente clara y si a esto añadimos la dificultad que entraña sentarnos junto a un desconocido para contarle nuestros problemas personales  más íntimos, mostrar nuestra persona tal y como es, hablar de nuestros miedos, inseguridades o debilidades que en ocasiones, llevaremos años ocultando o disimulando, es comprensible que sintamos miedo a la hora de acudir a su consulta.

 

De esta manera y aunque sabemos que necesitamos la ayuda de un especialista, vamos dejando pasar el tiempo que en ocasiones se convierte en años.  Tiempo valioso ya que abordar un conflicto en sus comienzos puede hacer que este se resuelva de una manera sencilla y rápida, evitando un sufrimiento innecesario.

 

Hay que ser concientes de que todos podemos pasar, a lo largo de la vida por situaciones difíciles de manejar y que estas nos pueden llegar a arrastrar, a invadir de tal forma que condicionen nuestro día a día. El malestar psicológico puede adoptar formas muy diferentes, tales como ansiedad, angustia, falta de control, insomnio y otras muchas más.

 

Encontrar la manera de resolverlas, no siempre resulta fácil

El psicólogo, como especialista en el comportamiento humano, podrá ayudarnos en este proceso de resolución del conflicto ya que cuenta con herramientas y con técnicas para evaluar la situación, hacer un diagnostico y proponer una estrategia de trabajo que nos lleve: a entender el origen del problema, los motivos del malestar y finalmente a buscar la solución para la situación que nos preocupa.

 

No tenemos que olvidar que el especialista es un “acompañante” en el proceso. Este nos propondrá aquellas pautas de comportamiento y pensamiento o estrategias de intervención que nos permitan recuperar y manejar los recursos de que disponemos para hacernos con dicha situación.

 

El psicólogo nos ayudara en estos momentos de crisis pero, también de manera preventiva antes de que esto ocurra. Una orientación o asesoramiento adecuado podría evitar el desarrollo de patologías posteriores.

 

Es importante tener en cuenta que la función del profesional de la psicología no esta en valorar lo que el paciente cree o siente, diagnosticar no es lo mismo que juzgar y en ningún caso, se emitirá un juicio de valor. Para poder crear un clima de confianza y comunicación activa, hay que partir de la seguridad que nos da el saber que podemos contar con la garantía absoluta de confidencialidad y comprensión.

 

¿Cuando tenemos que acudir al psicólogo/a? Hay muchos síntomas que nos van dando “pistas” sobre la conveniencia de acudir a un especialista pero realmente,  se pueden resumir en unos pocos puntos que son: cuando sintamos que el malestar tiñe nuestra vida con cualquiera de sus manifestaciones (miedo, ansiedad, pensamientos recurrentes, falta de control, etc) y al mismo tiempo nos demos cuenta de que lo que vamos intentando para resolver la situación, no funciona. Los conflictos, siempre los vamos a solucionar nosotros mismos, pero acompañados  de un profesional resultara más rápido y fácil.

 

 

¿CUANTO DURA UNA TERAPIA?

 

Aunque es una pregunta frecuente, no podemos dar una respuesta taxativa. La duración de la terapia dependerá de muchos factores, entre otros por supuesto, el tipo de problema,  momento de inicio, evolución en el tiempo y otras circunstancias que van a incidir a la hora de resolver el conflicto.

 

La actitud y disposición del paciente jugaran un papel fundamental en la propia recuperación.

 

El comenzar a trabajar con la aparición de los primeros síntomas, hará que el pronostico sea más fácil.

 

 

¿REALMENTE PODÉIS AYUDARME?

 

En el Centro de Tratamiento Psicológico Fernández-Migoya, hemos adoptado distintas técnicas que se nos han mostrado útiles en el abordaje de las diferentes patologías, pero sin olvidar nunca que,  la solución a los conflictos, siempre están en el propio individuo.

 

Nuestro cometido será el de ayudar a encontrar los propios recursos que cada persona tiene, las herramientas adecuadas que le permitan hacer frente a cada situación de conflicto que se le pueda ir presentando.

 

2012 © CENTRO DE TRATAMIENTO PSICOLÓGICO BILBAO